martes, 15 de febrero de 2011



San Arcoiris
14 de Febrero y todo te incita a una cosa… ¿a demostrar tu amor? No, no seas ingenuo la respuesta correcta habría sido a consumir, comprar o adquirir cualquier tontería que supuestamente represente lo mucho que quieres a una persona ya sean flores, bombones, cajas en forma de corazón, regalos envueltos en cuatrocientas capas de papel rojo con mil lacitos decorativos en cada lado, ositos gigantes de peluche o cualquier otra chorrada sacada casi especialmente al mercado para este día, en el que la publicidad es verdaderamente la protagonista.
Es necesario saber lo siguiente: El Día de San Valentín es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX, en la que los enamorados, novios o esposos expresan su amor y cariño mutuamente. Se celebra el 14 de febrero, onomástico de San Valentín. En algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad. Es cierto que cada día oímos que fue fruto de la invención del Corte Inglés pero si buscamos sus orígenes se barajan diversas teorías que explican este fenómeno, aunque no se debe descartar el hecho de que este gran centro comercial que, en España se ha convertido en símbolo de referencia, ha tenido un papel fundamental en su importación y establecimiento en nuestro país.
Puede que en sus comienzos esta celebración estuviese cargada de significado y tuviese algún sentido, ya fuese cultural o social, pero hoy en día no es más que una fácil triquiñuela que la publicidad y el marketing aprovechan para colocar cualquier producto posible al servicio de los “enamorados” que se convierten durante las próximas veinticuatro horas en el público objetivo de todo comerciante. Como día tras día, te despiertas sin notar nada diferente pero basta esperar unos minutos para comprobar que no es así, navegas por Internet y en escasos segundos te bombardean con ofertas tales como la posibilidad de encargar tu pizza en forma de corazón, escapadas románticas, o postales personalizadas; pero si pensabas que se quedaba todo ahí estás muy equivocado…tras cerrar la puerta de tu casa te das cuenta de que las calles rebosan amor pero cínico y consumista dedicado única y exclusivamente a vender. Se puede afirmar sin duda, que en este día la publicidad alcanza su máximo objetivo: captar la atención de sus consumidores, convencerles y llevarles a la acción deseada, tal es así que ya se ha convertido en una práctica cultural en nuestro país a pesar de que no se trate de una costumbre del mismo.
Resulta hipócrita ver que se hace alarde de estar enamorado desde el punto de vista materialista y fijando una fecha para demostrarlo, en mi opinión debe ser algo espontáneo no que te veas casi obligado a celebrarlo por convenciones sociales. Mi pregunta sería la siguiente: ¿Hemos dejado que la publicidad colonice este apartado de nuestras vidas y lo que es más importante, que dicte pautas para demostrar el amor?

1 comentario:

  1. La verdad que tienes razón, yo el año pasado cuando hice las prácticas en el Corte Inglésme di cuenta que todas las fechas son puro materialismo; aunque lo malo fué que las Navidades dejaron de hacerme ilusión...=(

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