jueves, 3 de febrero de 2011

¿Todo vale?

Después de comentar la actualidad centrándonos en la "Ley Sinde" y hacer un repaso por la historia de Coca-Cola en cuanto a publicidad se refiere, en la actualización de hoy hay lugar para una reflexión.
Muchas son las personas que creen que como consumidores, las empresas y agencias de publicidad nos manipulan, que realmente nos convencen de que sus productos son los mejores,de que los necesitamos y que cualquier anuncio nos parecerá bueno, que estamos llegando a un punto en el que tenemos tanta publicidad en nuestro entorno que ya nada nos impresiona, que ya nada nos escandaliza. Pero no es así.
Muchas agencias proponen a sus clientes campañas agresivas y polémicas con el fin de llamar la atención de los consumidores y hacer que éstos adquieran sus productos o soliciten sus servicios. Sin duda esta apuesta es muy arriesgada y no siempre sale bien como es el caso de la marca Benetton.
A comienzos de los años 80 la publicidad de Benetton mostraba imágenes de personas de todas las razas conviviendo juntas



Sin embargo cuando el fotógrafo Oliviero Toscani se encargó de la imagen de la marca todo cambió.

Las campañas de Benetton se volvieron polémicas, tratando temas como el trabajo infantil, el racismo, la sexualidad, la violencia, la guerra y la religión, de una forma en la que se podía llegar a herir la sensibilidad del consumidor.



Benetton consiguió su objetivo de captar la atención del público, pero no para bien precisamente, y con motivo de esto, a principios de los 90 las ventas de la marca descendieron. Para solucionar este problema, Benetton despidió a Toscani y volvió a una estrategia de publicidad más conservadora.


Este caso muestra que no todo vale en publicidad, sin duda hay que ser original y captar la atención del público pero no de cualquier modo ni a cualquier precio, porque el consumidor tiene su propio criterio, y él decide qué es lo que quiere ver y qué es lo que no quiere ver.

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